Sin duda, París es una de las ciudades más visitadas del planeta. Entre sus legendarios museos, su exquisita gastronomía y su encantador ambiente, la ciudad tiene mucho que ofrecer tanto a sus visitantes como a sus residentes. De hecho, tanto es así que resulta difícil elegir qué hacer. Incluso durante una larga estancia, es complicado ver todo lo que desea, por lo que hemos elaborado una lista de las 20 cosas para ver y hacer en París. ¡Compruebe si puede realizarlas todas antes de volver a casa!
1. Compre un libro a un buquinista
Llueva o haga sol, un elemento prácticamente inalterable de los muelles de la ribera en París son los buquinistas, o distribuidores de libros antiguos, que le dan un toque intelectual a las calles de la ciudad. Con antiguas casetas de madera y surtidos de libros, folletos, postales y demás, cuidadosamente apilados a mano, ¡los libreros son un deleite para los bibliófilos! Por no mencionar que pueden ser útiles como tiendas de souvenirs de última hora.
2. Disfrute de la vista desde la terraza del Centro Pompidou
El Centro Georges Pompidou, polémico hogar una vez (y hoy en día querido) del Museo Nacional de Arte Moderno de Francia, tomó el nombre del segundo presidente de la Quinta República Francesa, aunque también es conocido por los locales como Beaubourg. El gran edificio alberga una sala de cine, una biblioteca pública y una cafetería, además del museo (buenas opciones para un día de lluvia). Sin embargo, su verdadero tesoro es la vista desde la terraza, una incomparable perspectiva de la margen izquierda y del Sena. Además, es un lugar perfecto para contemplar la puesta de sol.
3. Visite un mercado de domingo por la mañana
Si hay un campo donde los franceses nunca han perdido su preeminencia, es el de la alta cocina. En ningún otro lugar se refleja esto mejor que en los abarrotados mercados callejeros que, como lo llevan haciendo durante siglos, animan las plazas y paseos de la ciudad en las apacibles mañanas de domingo. No dude en levantarse pronto para conseguir la mejor variedad de productos, carnes, quesos, y más, de la ciudad en uno de los mercados tradicionales de París.
4. Deguste un té de menta en la Gran Mezquita de París
París, como cualquier otra ciudad de carácter internacional, es un centro cosmopolita de elementos de distintas partes del mundo. Probablemente, algo que no sepan los visitantes acerca de Francia es que alberga la mayor comunidad minoritaria de musulmanes de Europa. Una larga historia de comunicación e intercambio con el mundo árabe ha dejado un impacto cultural significativo en el país. Compruébelo usted mismo en la Gran Mezquita de París, la más antigua de Francia, cuyo té de menta marroquí es legendario.
5. Salga a disfrutar de una nuit blanche
Aunque París no es exactamente la “ciudad que nunca duerme” (los franceses prefieren el día), las escapadas nocturnas (nuit blanche, noche blanca, en francés) en la ciudad de la luz tienen su encanto. ¡Organice su recorrido por alguno de los principales eventos anuales de París y vivirá una noche inolvidable! Quizá los bares cierren pronto, pero los clubes permanecen abiertos hasta que el metro reanuda su servicio después de su descanso nocturno, a las 5:00. Termine la noche en un tren de vuelta a casa por la mañana y podrá considerarse un auténtico parisino.
6. Comparta una botella de vino en los muelles del Sena
Ningún lugar representa mejor el encanto y el misterio de París que los muelles empedrados que bordean el río Sena. Descienda del nivel de la calle por los imponentes escalones de piedra hasta el nivel del agua, donde se sentirá totalmente ajeno al resto de la ciudad. Disfrute de una botella de vino por el Sena y conviértalo en un recuerdo inolvidable de París.
7. Súbase en un batobus
En ocasiones, resulta más placentero disfrutar de los elementos turísticos más importantes de París que solamente vivir como un local. Si le apetece embarcarse en un recorrido de pago, aprovéchelo para conocer mejor la ciudad navegando en uno de los famosos barcos turísticos que recorren el Sena, el batobus. ¡Incluso un avezado francófilo puede descubrir algo nuevo! Además, los barcos también se convierten en una buena elección para una escapada romántica en París.
8. Disfrute de una tarde de lectura en el Jardín de Luxemburgo
Sin duda, la mayor parte de París es pintoresca. No obstante, los senderos arbolados, los jardines geométricos y las aguas cristalinas del Jardín de Luxemburgo en el Barrio Latino, ¡parecen salidos de una postal! A diferencia de los jardines reales de siglos pasados, puede disfrutar de este importante parque de París a nivel personal. Póngase cómodo con un buen libro (o en buena compañía) al lado del estanque, frente al Palacio de Luxemburgo, y contemple el fugaz transcurso de la tarde. No existe mejor manera de relajarse en París.
9. No pierda su turno para visitar el Museo de Orsay
Los museos de París someten a prueba la paciencia de sus visitantes durante la mayor parte del año. Sin embargo, tras filas kilométricas, grandes grupos de turistas y un sinfín de contratiempos, el acceso al museo es aún más gratificante. Superar la prueba y realizar el recorrido del Museo de Orsay, uno de los lugares que no debe perderse de París, constituyen un rito de paso para los visitantes de París. Le aseguramos que el arte de prestigio mundial del interior hace que la espera merezca la pena.
10. Evite las filas en el Louvre
Tal vez, el elemento más importante de la lista de cualquier turista, el Museo del Louvre, tiene que ser experimentado para ser entendido. Un consejo para los visitantes de París es que eviten la aglomeración de amantes del arte en la puerta accediendo al museo por el centro comercial subterráneo, el Carousel du Louvre (con visitantes más interesados en la tienda de Apple que en el museo), en lugar de hacerlo por la entrada principal en la Cour Napoléon.
11. Encuentre la baguette fresca perfecta en una panadería
A diferencia de la mayoría de los vinos franceses, una baguette no mejora con el tiempo. Al contrario, una hora después de salir del horno, una baguette ya empieza a endurecerse. Por ello, es de suma importancia elegir su panadería favorita, conocer el horario de horneado y, en el momento adecuado, hacer fila para obtener, aún caliente, una deliciosa baguette crujiente pero suave por dentro. Puede tomar nota de alguno de los establecimientos de nuestra lista de las mejores panaderías de París.
12. Pruebe el dim sum de Belleville
Al igual que cualquier ciudad globalizada que se precie, París cuenta con un Chinatown (de hecho, hay dos). El más moderno de ellos se encuentra en el animado barrio de Belleville, una zona de clase obrera en el distrito 20, donde muchos recién llegados a Francia han construido sus hogares durante siglos. El almuerzo de los domingos no se prepara en una panadería, sino en un restaurante de dim sum, donde será gratamente sorprendido por la variedad de platos que ofrece.
13. Compre un abono de Vélib’
Aunque un turista insaciable podría considerar París como una ciudad para ir andando (sólo 8 kilómetros de diámetro), la mejor manera de conocer la ciudad es en Vélib’, el sistema público de bicicletas compartidas que ha revolucionado el transporte de París desde 2007. Teniendo en cuenta que un abono anual cuesta 29 € (dato de diciembre de 2015), menos que un viaje en taxi por la noche, ¡la compra se amortiza enseguida! Las estaciones se ubican a una media de 100 metros de distancia, por lo que Vélib’ supera en comodidad al metro.
14. Ascienda a Montmartre en funicular y descienda por las escaleras
París y la región circundante son zonas conocidamente llanas, tal como le puede mostrar un paseo de subida a la Torre Eiffel o a la Torre Montparnasse. Una de las pocas colinas en esta sencilla topografía es la famosa Montmartre, hogar de Salvador Dalí, Toulouse-Lautrec, y el Moulin Rouge. Coronando la geografía del barrio, se encuentra la Basílica del Sagrado Corazón, una obra maestra de mármol del siglo XIX digna de ser visitada, si se atreve con la gran cantidad de tramos de escalones de piedra de la colina. Un atajo que puede tomar para ahorrar energía y visitar más zonas de París es el funicular, un servicio gratuito de traslado desde el metro, cuyo trayecto es más sencillo aunque más lento que bajar andando.
15. Presencie una misa en Notre Dame
La mayoría de los visitantes de la catedral en el corazón de París contempla las estatuas de los pórticos de la iglesia sin entrar jamás. No cometa ese error, ¡el rosetón resulta aún más hermoso desde el interior! No hay mejor momento para descubrir el interior de la iglesia que durante una misa, particularmente durante las festividades de navidad.
16. Disfrute de un picnic en el Campo de Marte
Usado en antaño como patio de armas (de ahí el apodo de Campo de Marte), hoy en día es uno de los parques más tranquilos de París. ¡Aproveche las zonas verdes en una tarde soleada disfrutando de un picnic y un buen vino con amigos!
17. Descubra el Bosque de Bolonia
El segundo parque más grande de París, aunque técnicamente fuera de sus límites, en muchos aspectos conforma un microcosmos dentro de la misma ciudad. Conocido en su día como zona de encuentros de parejas, posteriormente fue un parque infantil burgués, y actualmente recibe el cariñoso apodo del Central Park de París. Es fácil perderse en sus más de 340 hectáreas de caminos, campos, lagos y demás que completan su espacio. De este modo, puede tomarse un día entero para explorar y disfrutar del aire fresco.
18. Tómese un café en una terraza al aire libre
Las terrazas de las cafeterías, tan prácticas como icónicas, conforman una parte esencial de cualquier estancia en París, sea cual sea su duración. Dedique un momento a sentarse y disfrutar de un café expreso (o un capuchino, ¡pero antes del mediodía!) en una de las mejores cafeterías de París. Sólo entonces entenderá a qué deben su popularidad más allá de su atractivo fotogénico. Según la costumbre de París, nunca debe tener prisa cuando disfruta de su bebida (aunque el camarero le sugiera lo contrario).
19. Visite los 20 arrondissements
Las divisiones administrativas, o arrondissements, de París tienen un encanto diferente al de los barrios de Londres o Nueva York. Una parte de ese prestigio viene de su sutil distribución en forma de caracol, girando hacia el exterior desde el primer distrito, en el Louvre en el centro de París, hasta el 20, en la periferia este de la ciudad en Belleville. Quizá esta forma de espiral no le permita ir tachando los números de su lista uno por uno en línea recta, pero asegúrese de, por lo menos, dar algunos pasos en cada uno de los 20 distritos para obtener una experiencia completa de París.
20. Consiga el souvenir perfecto
¡No en vano París es conocida como la capital mundial de la moda! Desde la alta costura hasta tiendas clásicas de siglos de antigüedad, dispone de un sinfín de opciones para comprar regalos. De este modo, puede evitar las compras a última hora en las tiendas de regalos de los aeropuertos y visitar las Galerías Lafayette, los grandes almacenes más famosos de París, o cualquier otro destino de compras para encontrar el souvenir perfecto de su viaje.
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